Casunziei

 Ingredientes: Relleno: 3 piezas pequeñas de remolacha roja cocida o asada, peladas; 2 papas más pequeñas o una grande; sal al gusto: canela, nuez moscada, muy poco ajo o hierba de cuervo. Pasta: 1 huevo, 150-200 g de harina blanca para hornear, sal al gusto, agua o leche (yo usé yogur bebible según fue necesario), un poco de harina para estirar la masa, queso Grana Padano rallado (u otro queso), semillas de amapola tostadas (sin grasa) - opcional.

Comencé esta deliciosa receta combinando los ingredientes esenciales para preparar una masa perfecta. Después de amasar bien la masa, la dejé reposar cubierta con una olla boca abajo durante al menos 30 minutos. Este paso es crucial, ya que permite que el gluten se relaje, resultando en una masa más fácil de manejar. Mientras la masa reposa, pasé a preparar el relleno. Herví las patatas con piel, luego las pelé y, cuando todavía estaban tibias, las aplasté con un aplastador de patatas para conseguir una textura fina.

A continuación, rallé la remolacha en un rallador pequeño y la coloqué en un colador para escurrir el exceso de jugo. Esta preparación es esencial para evitar que el relleno se vuelva demasiado aguado. Si optaste por remolacha asada, este paso no sería necesario. Después de preparar el relleno, extendí una hoja de la masa reposada, teniendo cuidado de que fuera lo suficientemente delgada para obtener pasta rellena fina. Corté círculos de la hoja, y los bordes restantes los volví a amasar, estirándolos para hacer más círculos.

Estos restos se pueden usar más tarde, ya que pueden transformarse en pasta especiada o añadirse a varios platos. Cada círculo recibió una cucharadita de relleno, que doblé en forma de semicirculo, presionando bien los bordes para eliminar el aire y asegurar un sellado perfecto. Si la masa está demasiado seca y no se adhiere, humedecer los bordes con agua puede ser una solución efectiva. Elegí unirlos con los dientes de un tenedor, un método clásico, pero también puedes optar por pellizcarlos para un aspecto más artístico.

Una vez que todas las pastas estaban formadas, puse una olla con agua a hervir. Cuando el agua comenzó a hervir, añadí sal y reduje el fuego al mínimo. Vertí cuidadosamente las pastas en el agua, asegurándome de que no se peguen al fondo de la olla. Es importante mencionar que debe haber abundante agua, como para cualquier tipo de pasta. Las pastas se dejaron hervir hasta que subieron a la superficie. Si suben inmediatamente, es una señal de que el aire quedó atrapado en el relleno. Por lo tanto, es bueno esperar al menos 20 segundos antes de sacarlas.

Mientras tanto, en una sartén a otro fuego, derretí un poco de mantequilla, teniendo cuidado de no dorarla. Una vez que la mantequilla se derritió, añadí las pastas calientes directamente a la sartén, revolviendo suavemente para cubrirlas uniformemente. Evita usar un colador, ya que corres el riesgo de romper las delicadas pastas. Idealmente, deberías tener un recipiente especial para hervir pasta, que permite escurrir el agua sin destruirlas. Finalmente, serví las pastas en platos, añadiendo Grana rallada y, si elegiste la versión all’ampezzana, no olvides las semillas de amapola tostadas, que añadirán un toque crujiente y un sabor especial a tu plato. Esta receta no solo deleitará tus papilas gustativas, sino que también aportará un toque de tradición a tu cocina.

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