Ensalada Marcela
Ingredientes: ensalada verde 2 cebollas verdes 2 huevos duros 100 g de queso 7 tomates cherry 1 pimiento rojo 3 cucharadas de aceite 2 cucharaditas de mostaza sal 2 cucharaditas de vinagre 1/2 cucharadita de miel
La ensalada fresca es un plato versátil y lleno de sabor, perfecto para servir como aperitivo o como guarnición. Comenzamos separando cuidadosamente las hojas de lechuga, asegurándonos de que cada hoja esté limpia y libre de impurezas. Lavamos las hojas bajo un chorro de agua fría, asegurándonos de enjuagarlas bien para eliminar cualquier rastro de pesticidas o polvo. Después de lavarlas, dejamos que las hojas se escurran en un colador para eliminar el exceso de agua.
Mientras tanto, nos ocupamos de los otros ingredientes. La cebolla verde se pela con cuidado, recortando cada extremo para eliminar las partes secas. La picamos finamente, asegurándonos de obtener aros delgados que añadirán un toque picante a la ensalada. Para el pimiento, elegimos uno fresco y jugoso, al que le quitamos las semillas y el tallo. Lo cortamos en tiras delgadas para que se integre perfectamente en la mezcla de verduras.
Buscamos que los tomates cherry estén maduros y jugosos, los lavamos bien y los cortamos en cuartos, teniendo cuidado de conservar la mayor cantidad de su jugo sabroso posible. El queso, un ingrediente esencial para añadir cremosidad a la ensalada, se corta en cubos, preparando así un agradable contraste de texturas.
En un tazón grande, rompemos las hojas de lechuga, agregamos la cebolla verde picada, el pimiento, los tomates cherry y los cubos de queso. Es importante mezclar los ingredientes con delicadeza, para no aplastar las verduras delicadas.
Preparamos el aderezo que unirá todos estos deliciosos ingredientes. En un recipiente, combinamos mostaza con miel, añadiendo una pizca de sal, un poco de vinagre y aceite de oliva virgen extra. Mezclamos bien hasta que el aderezo se vuelva homogéneo y cremoso.
Espolvoreamos sal sobre la ensalada y mezclamos suavemente para distribuir uniformemente el condimento. Luego, agregamos el aderezo, mezclando de nuevo para que cada ingrediente esté cubierto con este aderezo sabroso.
Los huevos duros, que pelamos con cuidado, se cortan en cuartos y se colocan elegantemente sobre la ensalada, añadiendo no solo un aspecto atractivo, sino también una fuente de proteína.
Después de preparar la ensalada, la dejamos enfriar durante media hora, para que los sabores se mezclen perfectamente y se intensifiquen. Servimos la ensalada fría, como un plato refrescante, lleno de frescura y sabor. ¡Buen provecho!
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