Albóndigas de calabacín
Ingredientes: * 3 calabacines * 1 huevo * 4-5 cucharadas de queso telemea rallado (o queso) * sal, pimienta * 2 cucharadas de harina * ajo en polvo (o un diente de ajo picado finamente) * aceite para freír * perejil
Los calabacines, verduras versátiles y deliciosas, son una excelente opción para un refrigerio rápido o un aperitivo sabroso. Comenzamos pelando los calabacines, eliminando así cualquier amargor que la piel pueda aportar. Después de pelar los calabacines, los rallaremos en un tazón grande, asegurándonos de lograr una textura uniforme. Aquí viene un paso importante: espolvoreamos los calabacines con sal y los dejamos reposar durante al menos una hora. Este proceso no solo ayudará a eliminar el exceso de agua, sino que también realzará el sabor natural de los calabacines.
Después de que haya pasado el tiempo de espera, notaremos cómo los calabacines han absorbido la sal y han liberado mucha agua. Es esencial escurrirlos bien para eliminar todo el jugo acumulado. Este paso evitará que el plato final se vuelva demasiado húmedo. Una vez que tengamos los calabacines escurridos, los transferimos a otro tazón. Aquí, agregamos un huevo fresco, que actuará como aglutinante para nuestros ingredientes, proporcionando un impulso extra de sabor.
Continuamos agregando queso rallado, que enriquecerá el sabor del plato. El queso puede ser feta, telemea o cualquier otro tipo de queso preferido. Luego viene la harina, que proporcionará una textura agradable y ayudará a unir la mezcla. En este punto, no podemos olvidar el ajo, que añadirá un sabor intenso y aromático. El ajo puede ser aplastado o picado finamente, dependiendo de las preferencias personales. Para completar la mezcla, añadimos pimienta al gusto y, por supuesto, sal, teniendo cuidado de no exagerar, ya que ya tenemos sal en los calabacines.
Un ingrediente esencial es el perejil picado, que proporcionará frescura adicional y una nota de color atractiva. Mezclamos todos estos ingredientes con una espátula hasta homogeneizar, logrando una composición densa y apetitosa. A continuación, preparamos nuestra sartén: calentamos aceite, asegurándonos de que haya suficiente para freír las croquetas de manera uniforme. Con ayuda de una cuchara, tomamos porciones de la mezcla de calabacín y las colocamos cuidadosamente en la sartén, dejando espacio entre ellas para que se cocinen uniformemente.
Dejamos que las croquetas se frían hasta que se doren y estén crujientes por un lado, luego las volteamos con una espátula para dorar el otro lado también. Una vez que estén listas, las retiramos sobre una toalla de papel para absorber el exceso de aceite. Estas deliciosas croquetas de calabacín son ideales para servir calientes, junto con una salsa de yogur con eneldo o una ensalada fresca. ¡Buen provecho!
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