Helado Variado
Ingredientes: Helado de cereza: 300 ml de nata líquida, 3 cucharadas de mermelada de cereza obtenida mediante la preparación con Gel fix. Helado de caramelo: 750 ml de leche, 300 g de azúcar, 1/2 cucharadita de bicarbonato, 300 ml de nata líquida.
Preparar helado de cereza es una experiencia culinaria llena de sabor, y el proceso es tan simple que cualquiera puede convertirse en un maestro de los postres refrescantes. Comenzamos preparando la nata montada, un ingrediente esencial que le dará al helado una textura aireada y cremosa. Usamos nata para montar con un alto contenido de grasa, que se batirá muy bien hasta que esté firme y estable. Asegúrate de que el bol y los utensilios utilizados estén muy fríos para obtener los mejores resultados. Después de obtener una nata montada perfectamente batida, añade cuidadosamente la mermelada de cereza, mezclando suavemente con una espátula para no perder el aire en la mezcla. Aquí, los sabores se combinan armoniosamente, y el color vibrante de las cerezas hará que el helado no solo sea sabroso, sino también muy atractivo.
Para el helado de caramelo, el proceso se vuelve un poco más elaborado, pero el resultado vale la pena. Comienza preparando la crema de leche, que formará la base de este delicioso helado. En una cacerola, pon la leche a hervir junto con el azúcar y el bicarbonato. El bicarbonato ayudará a caramelizar el azúcar, proporcionando profundidad y un color dorado. Cocina la mezcla a fuego lento durante aproximadamente una hora, revolviendo constantemente para evitar que se pegue al fondo de la cacerola. Notarás cómo la mezcla comienza a espesar y a adquirir un tono de caramelo. Una vez que hayas logrado la consistencia deseada, deja que el caramelo se enfríe completamente antes de incorporarlo a la nata montada. Al añadir el caramelo enfriado, obtendrás una combinación decadente, con un sabor dulce y una textura aterciopelada.
Después de preparar los dos tipos de helado, es hora de compartirlos con tus seres queridos. Vierte cada mezcla en recipientes separados, nivelando la superficie para que sean fáciles de porcionar más tarde. Cúbrelos bien con tapas o film transparente y colócalos en el congelador. Déjalos enfriar durante al menos 3 horas, idealmente toda la noche. De esta manera, los helados se endurecerán bien y los sabores se intensificarán, ofreciéndote un postre sabroso, perfecto para los calurosos días de verano o para momentos de indulgencia. Cuando estés listo para servir, sácalos del congelador y déjalos reposar durante unos minutos a temperatura ambiente para que se ablanden un poco, luego porciona y disfruta de cada cucharada de estas delicias!
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