Pizza con Masa de Harina de Maíz y Jamón
Ingredientes: ~2 tazas de harina de trigo ~1/2 taza de harina de maíz ~2 cucharadas de aceite de oliva ~15 g de levadura fresca o 1 cucharadita de levadura seca ~1 pizca de sal ~3/4 taza de agua tibia taza = 250ml esta masa hace 2 pizzas medianas Para el relleno: una lata pequeña de maíz 1 lata de champiñones laminados 12 piezas de camarones/patas peladas y cortadas en 2-3 dependiendo del tamaño 200 g de mozzarella rallada cobertura de pizza
Para preparar una deliciosa pizza, comenzaremos haciendo la masa, un elemento esencial que marcará la diferencia entre una pizza ordinaria y una extraordinaria. En un tazón grande, añadiremos 400 gramos de harina blanca, 100 gramos de harina de maíz, una cucharadita de sal y dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Estos ingredientes se combinan armoniosamente, cada uno desempeñando su papel en la creación de una textura perfecta.
En otro recipiente, disolveremos 25 gramos de levadura fresca en 300 ml de agua tibia, asegurándonos de que la temperatura del agua sea ideal para activar la levadura, es decir, que no esté demasiado caliente, para no destruirla. Después de que la levadura se disuelva completamente, la añadimos gradualmente a la mezcla de harina, harina de maíz y sal. Usando nuestras manos o un mezclador de masa con gancho, amasaremos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea y elástica que se desprenda fácilmente de los lados del tazón. Una vez que terminemos de amasar, cubrimos el tazón con un paño limpio y dejamos que la masa repose durante 30 minutos en un lugar cálido y libre de corrientes de aire.
Mientras la masa duplica su volumen, podemos preparar los moldes en los que hornearemos la pizza. Engrasamos con aceite de oliva dos moldes redondos para pizza, asegurándonos de que estén cubiertos uniformemente para evitar que se peguen. Después de que la masa haya crecido, la dividimos en dos partes iguales y, usando un rodillo, extendemos cada parte en forma redonda, teniendo cuidado de mantener un borde ligeramente más grueso para formar la corteza.
¡Ahora viene la parte creativa! Untamos cada base de pizza con una salsa de tomate hecha de tomates frescos o enlatados, sazonada con albahaca, orégano, sal y pimienta. Luego, espolvoreamos nuestros ingredientes favoritos, ya sea queso mozzarella, champiñones, pimientos, aceitunas o cualquier otra cosa que nos llame la atención. Cada elección añade un toque personal, transformando cada pizza en una obra de arte culinaria.
Después de decorar la pizza, precalentamos el horno a 180 grados Celsius. Colocamos los moldes en el horno y dejamos que la pizza se hornee durante 25-30 minutos, hasta que la corteza se vuelva dorada y crujiente, y el queso se derrita y forme una corteza deliciosa y llena de sabor.
Cuando estén listas, sacamos las pizzas del horno, las dejamos enfriar durante unos minutos, luego las cortamos en porciones y las servimos calientes, junto a una copa de vino o una bebida refrescante. ¡Buen provecho!

