Jarabe de Saúco
Ingredientes: aproximadamente 1,5 kg de flores de saúco, 4 limones grandes o 6 más pequeños, 5 kg de azúcar, 5 litros de agua, 20 g de ácido cítrico
Las flores de saúco recién recogidas, con su inconfundible aroma y delicadeza, son un tesoro del verano, y preparar jarabe de saúco es una tradición que vale la pena conservar. El proceso comienza con la recolección de las flores de saúco, que deben estar perfectamente sanas y sin alteraciones. Una vez recogidas, se colocan en un recipiente limpio, dejándolas respirar en un lugar fresco, preferiblemente en un balcón, donde pueden estar protegidas de los rayos directos del sol. Es importante girar las flores de vez en cuando para asegurarse de que no albergue insectos o impurezas.
Al día siguiente, antes de continuar, se lavan las flores con un chorro de agua fría, eliminando cualquier rastro de insectos. Después de la limpieza, los racimos de flores se cortan con cuidado, utilizando unas tijeras afiladas, para obtener solo las florecitas. Estas flores delicadas se colocan en una olla, junto con limones cortados en rodajas. Es importante que los limones se coloquen encima de las flores, para permitir que los sabores se mezclen y se revelen. Se coloca un plato más pesado sobre esta mezcla, junto con otro recipiente, para presionar los limones y mantenerlos sumergidos en agua. Una vez que has cubierto la olla con una tapa, es hora de ponerla en el refrigerador, donde permanecerá durante cinco días.
Cada día, a la misma hora, mezcla suavemente la composición, asegurándote de que las flores y los limones liberen sus sabores. Después de que han pasado los cinco días, es el momento de colar la mezcla a través de un colador forrado con gasa. Es esencial exprimir bien las flores y los limones para obtener todo el líquido. El líquido obtenido se mide con cuidado, y por cada litro de líquido resultante se añade un kilogramo de azúcar, junto con ácido cítrico, que ayuda a conservar el jarabe.
Después de añadir el azúcar y el ácido cítrico, coloca la composición a fuego lento. Deja hervir, revolviendo de vez en cuando, hasta que el líquido comience a hervir y disminuya aproximadamente un centímetro. Mientras tanto, prepara las botellas en las que conservarás el jarabe. Se recomienda utilizar botellas de vidrio, y para evitar que se rompan, colócalas sobre un soporte de acero inoxidable.
Cuando el jarabe esté listo, viértelo con cuidado en las botellas preparadas. Asegúrate de que la boca de la botella esté limpia, untada con un poco de clara de huevo, luego cúbrela con celofán y átala con cuidado. Así, el jarabe de saúco podrá conservarse para ser disfrutado en los cálidos días de verano o utilizado como ingrediente en varios cócteles y postres. Esta receta no se trata solo de crear un jarabe delicioso, sino también de preservar una parte de la esencia del verano en cada botella.
Etiquetas: azúcar limón recetas sin gluten recetas sin lactosa recetas vegetarianas recetas para niños recetas sin grasa

