Mermelada de Arándano

 Ingredientes: 1 kg de arándanos 1 kg de azúcar

Los arándanos, estas pequeñas y deliciosas bayas, son un verdadero tesoro de la naturaleza. Comenzamos lavando cuidadosamente los arándanos, asegurándonos de eliminar cualquier impureza o cuerpo extraño. Es importante manejarlos con delicadeza para no arruinar su forma y textura. Después de lavarlos, los colocamos en un tazón grande, agregamos azúcar y mezclamos suavemente para cubrirlos uniformemente. Dejamos que la mezcla repose en el frío durante aproximadamente dos horas. Este paso es esencial, ya que permite que los arándanos liberen su jugo natural, transformándose en un delicioso jarabe.

Después de las dos horas, ponemos la mezcla a hervir en una olla a fuego lento. Es importante mantener una temperatura baja para que la mermelada se cocine lenta y uniformemente. Durante los aproximadamente 70 minutos de ebullición, removemos ocasionalmente para evitar que se pegue. El dulce e intenso aroma de los arándanos llenará toda la cocina, trayendo una sensación de calidez y confort.

Hacia el final del tiempo de cocción, tomamos una cucharada de la mermelada y la ponemos en el refrigerador durante unos minutos. Este truco simple nos ayudará a verificar la consistencia de la mermelada. Si, después de enfriar, la mermelada tiene una textura ligeramente pegajosa y se mantiene unida, estamos listos para continuar nuestro proceso.

Para conservar esta delicia, preparamos nuestros frascos. Deben estar debidamente esterilizados para asegurarnos de que la mermelada dure en el tiempo. Una vez que la mermelada está lista, la vertemos caliente en los frascos esterilizados, teniendo cuidado de no dejar burbujas de aire dentro, que podrían afectar la calidad del producto final.

Después de llenar los frascos, los cerramos bien y los envolvemos en una manta caliente, dejándolos enfriar gradualmente. Este proceso ayuda a formar un vacío perfecto, sellando la tapa y asegurando que nuestra mermelada se mantenga fresca y sabrosa durante mucho tiempo. Una vez que los frascos se han enfriado por completo, podemos etiquetarlos y almacenarlos en la despensa, donde nos esperarán para disfrutarlos sobre pan tostado o en varios postres. Esta receta no solo nos ofrece una deliciosa mermelada, sino que también nos brinda la alegría de saborear el verano en cada frasco.

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