Kreplach
Ingredientes: Masa: 2 huevos, 280g de harina, 3 cucharadas de agua, 2 cucharadas de aceite, 5g de sal. Relleno: carne de 2 muslos de pollo, un trozo de puerro joven (la receta original requiere cebolla), 2 cucharadas de aceite, sal, pimienta, eneldo, 1 cucharadita pequeña de jengibre (opcional - la receta original no lo incluye), 1 huevo - que une el relleno si picas la carne (yo no lo añadí). Sopa de pollo: 300ml de caldo de verduras, sal, pimienta, 400ml de agua, huesos de los muslos de pollo.
Para preparar deliciosos raviolis rellenos de pollo, comenzamos haciendo la masa. Mezclamos todos los ingredientes necesarios en un tazón grande: harina, huevos, sal y aceite, hasta lograr una composición suave y no pegajosa. Es importante asegurarse de que todos los ingredientes estén bien integrados. Una vez que tenemos la masa ideal, la envolvemos en papel film y la dejamos reposar en el frigorífico durante aproximadamente 1 hora. Este paso es esencial, ya que permite que el gluten se relaje, facilitando el estirado posterior de la masa.
Mientras tanto, nos concentramos en el relleno. El primer paso es deshuesar los muslos de pollo, teniendo cuidado de cortar la carne en trozos muy finos para que se integre perfectamente en los raviolis. Después de obtener la carne cortada, nos ocupamos del puerro. Lo limpiamos y lo cortamos en rodajas finas para que se cocine uniformemente. Luego, picamos el eneldo fresco, que añadirá un sabor especial a nuestro relleno.
En una sartén caliente, añadimos las dos cucharadas de aceite y dejamos que se caliente. Agregamos la carne de pollo y el puerro a la sartén, y luego dejamos que se cocine. Es importante revolver periódicamente para que la carne cambie de color y el puerro se vuelva suave y tierno. Una vez que la mezcla está lista, la retiramos del fuego y añadimos el eneldo picado. Sazonamos con sal, pimienta y un toque de jengibre para un sabor más intenso. Dejamos enfriar el relleno.
Ahora nos ocupamos de la sopa de pollo. En una olla grande, añadimos todos los ingredientes necesarios, incluidos los huesos de pollo, agua, zanahorias, apio y cebolla. Dejamos que hierva a fuego lento, y después de aproximadamente 1 hora, cuando el líquido se ha reducido en aproximadamente un cuarto, retiramos los huesos, dejando una sopa clara y aromática de un hermoso color amarillo.
Sacamos la masa del frigorífico y, utilizando un rodillo o una máquina de pasta, extendemos una larga tira de masa. La dividimos en dos, y en una de las tiras colocamos el relleno en pequeños puntos, dejando espacio entre ellos. Cubrimos con la otra tira de masa y presionamos bien alrededor del relleno para eliminar el aire. Con la ayuda de un vaso o un cuchillo especial, cortamos los raviolis en formas triangulares o redondas.
Finalmente, ponemos la sopa de pollo al fuego y, cuando hierva, añadimos los raviolis. Cuando estén listos, saldrán a la superficie. Apagamos el fuego, cubrimos la olla y dejamos reposar unos minutos. Servimos los raviolis en platos hondos, con un fondo de sopa caliente, añadiendo 1-2 raviolis en cada porción. Esta comida reconfortante es perfecta para cualquier ocasión, y cada bocado traerá un toque de alegría. ¡Buen provecho!

