Tomates Secos, Conservados para el Invierno

 Ingredientes: -1 kg de tomates pequeños - sal marina - pimienta

Elegir los tomates adecuados es esencial para obtener un resultado delicioso y satisfactorio. Opta por tomates pequeños de una variedad conocida por su pulpa rica y bajo contenido de semillas, para que el producto final esté lleno de sabor pero no demasiado húmedo. Comienza lavando los tomates bajo un chorro de agua fría, asegurándote de eliminar cualquier impureza. Después de lavarlos, sécalos con una toalla de papel para eliminar el exceso de agua. Este paso es importante, ya que ayuda a lograr una deshidratación uniforme.

Una vez preparados, corta los tomates por la mitad a lo largo, desde el tallo hasta la punta. Colócalos cuidadosamente en una bandeja esmaltada, asegurándote de ponerlos con el lado cortado hacia arriba y dejando un pequeño espacio entre cada tomate. Esto permitirá que el aire caliente circule a su alrededor, contribuyendo a una deshidratación uniforme. Espolvorea una pizca de sal y pimienta sobre cada tomate para realzar su sabor durante el proceso de horneado.

Coloca la bandeja en el medio del horno, configurando la temperatura al mínimo (alrededor de 100 grados Celsius). Es importante tener otra bandeja esmaltada vacía en la rejilla inferior del horno. Esto actuará como un escudo contra el calor directo, protegiendo así a los tomates de una deshidratación demasiado rápida o de quemarse. Verifica el progreso de los tomates cada 30 minutos. El tiempo total de horneado puede variar entre 3 y 6 horas, dependiendo del tamaño de los tomates. Los tomates están listos cuando se vuelven flexibles, con una textura similar a la de las pasas, sin estar completamente secos o duros.

Es normal que algunos de ellos se doren ligeramente en los bordes; esto no afectará su calidad, solo su apariencia. Una vez enfriados, reúne los tomates y colócalos apretados en bolsas con cierre para protegerlos del aire y la humedad. Estas bolsas son perfectas para congelar, y los tomates deshidratados se pueden almacenar en el congelador hasta por 12 meses, permitiéndote disfrutar de su sabor fresco en varios platos, incluso en la temporada fría. Este método simple te permitirá conservar tu cosecha y aportar un toque de verano a tu plato durante todo el año.

 Etiquetastomates recetas sin gluten recetas sin lactosa recetas vegetarianas recetas sin grasa

Tomates Secos, Conservados para el Invierno
Tomates Secos, Conservados para el Invierno
Tomates Secos, Conservados para el Invierno

Recetas