Frijoles Moldavos
Ingredientes: - 1 kg de frijoles (fideos o gruesos); - 3 cebollas; - 6 cucharadas de aceite para freír; - 3 cucharadas de concentrado de tomate o 500 g de tomates pelados y sin semillas; - 1 manojo de perejil fresco; - 1 manojo de eneldo fresco; - sal; - agua.
Siendo la temporada de judías verdes, pensé que esta publicación podría ayudar a traer un poco de magia a su cocina. Las judías son una de las verduras más nutritivas, ricas en proteínas, almidón, carbohidratos y minerales como hierro, calcio y azufre. Estos nutrientes no solo nos energizan, sino que también contribuyen a nuestra salud en general. Así que, ¡vamos a cocinar!
El primer paso es preparar los ingredientes. Las judías deben lavarse bien en varias aguas frías para eliminar cualquier impureza. Después de lavarlas, se recortan los extremos y se rompen en trozos de aproximadamente 2-3 cm de largo para que se cocinen uniformemente. La cebolla pelada se lava y se pica finamente, y este paso ya trae una fragancia especial al aire.
En una olla (prefiero usar una olla grande con tapa, con un volumen de 3 litros), se agrega el aceite y una taza de agua tibia. Se deja calentar hasta que la mezcla comience a hervir. Luego, se agrega la cebolla picada, se cubre con una tapa y se deja hervir a fuego lento. Es importante que la cebolla se vuelva suave, ya que añadirá un sabor especial a nuestro plato.
Una vez que la cebolla se ha ablandado, es el momento de añadir las judías. Remueve suavemente pero con cuidado para no aplastar los frijoles. Agrega sal al gusto y agua tibia, suficiente para cubrir el contenido de la olla. Ahora, dejamos que todo hierva a fuego lento, revolviendo de vez en cuando para evitar que se pegue.
Si las judías no están completamente cocidas pero el líquido se ha evaporado, no te preocupes. Es recomendable rociar un poco de agua tibia, asegurándote de que las judías alcancen la consistencia deseada. Finalmente, cuando las judías estén cocidas, añade el caldo diluido con agua tibia o tomates picados. Las hierbas finamente picadas son un elemento esencial que le dará al plato una nota fresca.
Dejamos que hierva durante unos minutos más, para que las judías puedan absorber el delicioso sabor de los tomates y las hierbas. Este plato se puede servir solo o junto con pan fresco, y sus sabores deleitarán tus sentidos. El sabor auténtico de las judías verdes te recordará las comidas familiares, las tradiciones y los momentos pasados juntos. ¡Disfruta de cada bocado y saborea la maravillosa temporada de judías!
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